jueves, 27 de febrero de 2014

Galletas veganas con melmelada de fresa

Hola otra vez!

El fin de semana pasado pensando en qué podía hacer para diversificar el desayuno de esta semana encontré una receta que me pareció interesante así que decidimos probarla. Es una receta de galletas fácil de hacer así que se puede cocinar con la ayuda de los peques. Además había dos versiones de la misma receta, la "ovoláctea" y la "vegana". Nosotros hemos probado la vegana.

Resultado: nos ha gustado a los dos y hemos cambiado los cereales matinales por las galletas. A ver qué os parece!

Aquí os dejo el link del blog de donde he cogido la idea (aunque yo he cambiado el sirope de arce por el de agave que es lo que tenía en casa así que le he puesto un poco más que el que dicen en el blog porqué el de agave es menos dulce).

INGREDIENTES

 -1 cucharada sopera de semillas de chia
-120 g de semillas de girasol sin sal
-90 g de copos de avena (o harina de avena)
-60 g de harina de trigo sarraceno (el fajol d’Olot)
-1/2 cuchara sopera de arrowroot (o almidón de maíz o almidón de patata). Creo que en España se llama Arrurruz. Es una fécula extraída del rizoma de la maranta, planta tropical. Se utilitza como ligante para sopas, potajes, salsas y postres.
-1 cuchara de café de levadura
-1/3 cuchara de café de vainilla en polvo o extracto de vainilla
-1/3 cuchara de café de sal
-5 cucharas soperas de aceite de coco a temperatura ambiente
-7 cucharas soperas de sirope de ágave
-1/2 taza de leche vegetal (yo he puesto leche de arroz)

-1/2 taza de mermelada (yo he utilizado la mermelada de fresa pero se puede utilizar una de frambuesa, frutos rojos, limón…. la que más os guste o tengáis a mano)

  

COMO HACER LA MASA

Mezclar 1 cucharada de semillas de chía con 3 cucharadas de agua y dejar reposar de 5 a 10 minutos hasta que la mezcla este espesa. Es lo que remplazará al huevo.

Tostar las semillas unos minutos en el horno (175ºC) o en una paella.

Poner la mitad de las semillas de girasol y la avena en una batidora de alta velocidad y mezclar hasta obtener una harina gruesa. Si no tenéis batidora, se pueden cortar las semillas de girasol con un cuchillo y moler la avena en un mortero.

Añadir el resto de los ingredientes secos: la harina de trigo de sarraceno, la arrowroot, la levadura, la vainilla y la sal. Mezclar todo bien.

En un bol a parte, mezclar el aceite de coco (remplaza la mantequilla), el jarabe de agave y las semillas de chía rehidratadas (hacen una masa viscosa) y batirlo todo bien hasta que esté bien mezclado. Como el aceite de coco a temperatura ambiente es sólido, se tiene que tener un poco de paciencia para que quede una masa un poco homogénea.


Añadir los ingredientes secos al bol y mezclar todo hasta que se haga una única masa. Si veis que no queda unida, añadir un chorrito de agua fría y se queda bien homogénea.

Hacer pequeñas porciones de la masa y trabajarlas con las manos para formar bolas.

Verter la leche vegetal (que remplazará la clara de huevo) en un vaso. Picar un poco con el mortero el resto de semillas de girasol y ponerlas en otro bol.

Sumergir y rodar cada bola en la leche vegetal y luego en las semillas de girasol.

Colocar las bolas en la bandeja del horno encima de un papel de hornear y utilizar el pulgar para apretar con cuidado en el centro de cada galleta y formar como un cráter.


Rellenar los agujeros con 1 cucharadita de mermelada.

Hornear a 175ºC durante 10-14 minutos. Deje enfriar ligeramente antes de moverlos. Puede que al principio se resquebrajen un poco pero al enfriarse se quedan bien fijos.

Que aproveche!
 




 

Seitán casero

Los productos ecológicos, biológicos y saludables  en general pecan de ser algo más caros que los "normales", y este factor económico a veces nos puede echar hacia atrás para comprarlos.

Por eso la mejor opción es hacerlos nosotros mismos siempre que se pueda, se "pierde" tiempo, pero se gana sabor y ¡euros!.

En este caso, el seitán, uno de los llamados sustitutos de la carne, proteína vegetal en su totalidad (aunque no sé por qué, ya que su base es el gluten, que es un hidrato... la magia de la cocina). De  todas maneras, para mi gusto no tiene sabor a carne, como suelen intentar venderlo, sino más bien a nada (según cómo lo aliñes algo de sabor cogerá) con textura a pan de molde o tortilla. No es un sabor desagradable, es curioso, pero para nada sustituye la textura de un chuletón o de una pechuga de pollo.

Aunque requiere tiempo, es muy fácil de hacer, y además es baratísimo, así que ¡no hay excusa para no probarlo!

Ingredientes:

- 1/2 kg de harina de trigo normal, la de toda la vida
- 300 ml de agua
- Verduras varias
- 1 cucharada de salsa de soja

Proceso:

Se mezcla la harina y el agua hasta hacer la típica masa de pan. Si con 300 ml no tenemos suficiente, se añade lo que pida la masa ;) y se amasa hasta que no se nos quede pegada en las manos.

La bola de masa que nos queda se deja en un bol sumergida en agua entre 45 minutos y una hora. Aprovecharemos este rato para hacer ¡lo que nos dé la gana! Ir a comprar, leer, escribir, hablar por teléfono, ver un culebrón venezolano...

Pasado el tiempo de reposo en agua, ésta se tira y la masa, que queda como viscosilla, se lava en agua limpia como si fuera ropa, apretujando y amasando. El agua sale muy blanca, tenemos que ir cambiándola unas cuantas veces. ¡Ojo! cuando cambiéis el agua, pasadla por un colador grande, pues la masa se va desprendiendo e iréis perdiendo bolitas si no lo coláis.


Este proceso es algo engorroso, pero necesario. Iréis viendo cambios en la masa, se hace escurridiza, algo más oscura y sobre todo más pequeña. Esto sucede porque está perdiendo el almidón con el agua (por eso se queda blanca) y nos quedamos sólo con el gluten (que es más oscurito). es prácticamente imposible que el agua os quede transparente del todo, así que cuando la veais ligeramente turbia y la bola ya no tenga trazas blancas, lo dais por lavado.


Mientras hemos estado lavando la masa, habremos puesto una ollita con agua a hervir y con las verduras que más nos apetezcan para que coja sabor. En este caso, puse una cucharada sopera de salsa de soja, puerro, col, una cebolla, apio y unos cuantos dientes de ajo.

Cuando la masa ya está lavada, la introduciremos en el agua previamente calentada y la dejaremos hervir a fuego lento entre 45 minutos y una hora. Este proceso sirve para que el seitán se haga y para que podamos utilizarlo como ingrediente.



Una vez hervido, el seitán se deja enfriar en su propio caldo. Una vez frío, ya se puede utilizar.



Por ejemplo, se puede hacer en filetes, a la plancha con sal y pimienta para acompañar algún otro plato. En mi opinión es mejor hacerlo a la plancha o salteado que en caldo, ya que es blandito y a la plancha se puede conseguir algo más de consistencia.


En la foto, el seitán a la plancha acompaña un suculento puré de patatas mezclado con verduritas salteadas (zanahoria, ajo tierno, pimiento rojo y trocitos de aceituna).

Si sobra algún trozo (yo suelo hacer dos bolitas), el seitán sobrante se guarda en la nevera con el caldo donde se ha cocido para que no se seque. Puede durar unos cuatro días, pero yo lo máximo que lo he guardado han sido dos días, así que no sé qué tal aguanta en realidad.

¡Buen provecho!




viernes, 21 de febrero de 2014

Lasaña sin pasta

Hola a todos/as !!

Recopilando ideas de amigos el otro día cree esta receta.

La idea me vino cuando una compañera de la asociación de verduras ecológicas me dijo que utilizaba los troncos de las acelgas para crear lasañas.

Como esta semana no sabíamos qué hacer con nuestras acelgas (últimamente abundan en nuestra cesta semanal) pensé en poner en práctica el consejo de Natalia y Eugenio de probar la proteína de soja. Así que aquí tenéis el resultado:

INGREDIENTES:

-1 barquilla de champiñones
-3 zanahorias
-1 manojo de acelgas
-2 cebollas
-2 dientes de ajo
-bote de crema o nata de espelta
-2 puñados de proteína de soja
-sal
-aceite
-pimienta de "Espeleta" o pimienta verde
-queso rallado (opcional)

COMO COCINARLO 

En cocina tengo una manía y es que siempre que puedo corto todos los ingredientes antes y así estoy tranquila durante la cocción.

Así que, cortar todos los ingredientes en rodajas pequeñas, incluído el verde de las acelgas. Lo único que no se corta es el tronco que se tiene que dejar entero (aunque a veces se parte por la mitad).






Una vez todo está cortado, poner un poco de aceite en una paella o en un wok si tenéis, y cocer un poco los ajos a fuego medio. Cuando empiecen a dorar, añadir las cebollas, las zanahorias y los champiñones. Añadir un poco de sal, de pimienta de "Espeleta" o pimienta negra y dejarlo cocer.

Mientras tanto poner la proteína de soja en un bol y añadir agua hirviendo (el mismo volumen de agua que de proteína) y dejarla reposar 5 minutos para que se hinche.

Cuando hayan pasado 10 o 15 minutos, añadir a la paella el verde de las acelgas que se cuece bastante rápido. Dejarlo unos 5 minutos y añadir la proteína de soja mientras removéis, para que coja el sabor de las verduras.






Finalmente añadir la crema de espelta removiendo un poco y ya está todo listo para montar la lasaña.

MONTAJE DE LA LASAÑA 

En una azafata o molde que pueda ir al horno poner un poco de aceite en el fondo para que no se pegue nada.

Poner los troncos de las acelgas para cubrir el fondo del molde.

Añadir una capa de la mezcla de verduras.

Añadir otra capa de troncos de acelgas.

Añadir otra capa de verduras y espolvorear de queso rallado la última capa.

Poner en el horno a 180ºC durante unos 20 minutos para que se cuezan los troncos de acelga.




Para acompañarla nosotros comimos unos rábanos negros cortados en láminas super finas y macerados durante unas horas con aceite de oliva, sal y limón, esto le quita la parte picante que no es de mi agrado... una delicia!



Y "voilà" !




"Bon appétit" a todos/as!









Polvo de Hada de Invierno






POLVO DE HADA DE INVIERNO

Este es un condimento muy especial, que aprobechamos para imbuir en la estación de invernal. Es útil, agradable, sabroso y de un aroma que no dejará indiferente a nadie. Extraido de fuentes comepletamente naturales. 

INGREDIENTES:

Naranjas 
Limones
Pomelos
Limas

PROCESO:

Es muy sencillo. Este invierno, aprovechando la época de temporada de Naranjas y Limones, antes de hacer el zumo, o antes de comer como postre, merienda o desayuno este fruto, hemos cortado en tiras muy finas (con un pelador de patatas por ejemplo o una guillotina de cocina) la piel del citrico. 

Después hemos hecho un proceso de deshidratación natural con las cáscaras, dejandolas reposar sobre papel de aluminio, y por la noche o los días de más frío, hemos aprobechado el calor del radiador para que lentamente, a una temperatura baja, fuera deshidratandose la peladura del fruto (de esta forma, le hemos sacado dos partidos al radiador de casa). 

Una vez la peladura ha perdido el agua que contiene, se queda dura y además se ha encogido. De está manera ya está lista para dos cosas, una: utilizarla como aromatizador natural en una infusión por ejemplo. Dos: para crear el Polvo de Hadas de Invierno, que para ello, cogemos un mortero, y con un poco paciencia vamos machacando las pieles deshidratadas hasta pulverizarlas en minúsculos granitos.

Con el Polvo de Hadas de Invierno, podemos hacer muchas cosas, entre ellas, aromatizar ensaladas, galletas, bizcochos, guisos, carnes, etc es muy vérsatil.

Tiramisú Express



Por petición popular, vuelvo a subir esta estupenda receta que mucha gente me ha pedido. Sí, ya sé que no tiene nada de sano ni de biológico, pero un día es un día y hay que permitirse algún exceso de vez en cuando.

Esta recepta la adaptó Julián de uno de los trucos de Sergio del programa ese de las Mañanas de la 1, y la verdad es que es súper rápido y fácil, de hecho hemos hecho el tiramisú en un cuartito de hora, y queda bien cuando no tienes nada preparado y te apetece algo dulce o tienes invitados inesperados.

Ingredientes:

- 1 paquete de 3 planchas de bizcocho para pasteles (los nuestros son marca Día), utilizaremos 2 planchas (también se puede hacer un bizcocho casero, pero entonces deja de ser una receta express)
- 1 tarrina de queso de untar
- 2 bricks de nata para montar (400g entre las dos)
- 4 cucharadas colmadas soperas de azúcar (o al gusto)
- Café (1 cafetera llena)
- Crema de Wisky
- Cacao soluble en polvo

Preparación:

Se mezcla el café con la crema de wisky, que le da un saborcillo dulzón, y se va mojando el bizcocho para que quede húmedo pero consistente.



Por otro lado, se monta la nata, cuando esté medio consistente, se añade el azúcar, y cucharada a cucharada se añade el queso de untar. Quedará una especie de nata espesa y cremosa con un suave sabor a queso.
 

Esta nata se unta encima del bizcocho que hemos rociado con el café.

Se espolvorea cacao (nosotros utilizamos Nesquik) encima de la nata y se tapa con la otra plancha de bizcocho, a la que volvemos a rociar con el café.



Volver a untar la nata por encima de la segunda capa de bizcocho, y finalmente se vuelve a espolvorear cacao.





¡Ya tenemos el postre acabado!

Lo ponemos en la nevera para que esté fresquito, y a esperar a que se acabe la comida (al menos procurad hacer una comida sana y equilibrada, aunque nos lo carguemos con el postre).

Las imágenes corresponden a lo que hemos hecho con la tercera plancha de cacao, que nos hacemos un mini postre Julián y yo, porque las medidas de la receta son para que quede un pastel redondo hermosote.

La verdad es que está bueno, si se hiciera el bizcocho casero ya sería la guinda, pero para algo rápido y que no empastre mucho, este es el postre ideal para principiantes y para gente que no tiene mucho tiempo y que quiere hacer de cocinitas.

¿Quién se atreve a hacerlo este fin de semana?

jueves, 20 de febrero de 2014

La Pizza en tus manos





Por razones del destino, en ocasiones llega a tus manos algo que buscabas... quizá un poder sobrenatural, quizá un don otorgado por las deidades antiguas, o tal vez un atisbo de comunicación energética, aunque también podría ser que tus sentidos se agudizan, como los de un superhéroe de carretera y estás mucho más atento a la información que buscas y en cuanto la encuentras... ¡ZAS en Toda la Boca! Ahí está el objeto de tu misión en esta vida.

La cuestión, es que deseaba encontrar una receta que pudiera combinar la deliciosidad y sabrosidad de los condimentos de una buena pizza, pero sin utilzar harina. ¿Por qué? Porque mi idea a la hora de introducir recetas de cocina en este blog, es la de explicar aquellas cuyos ingredientes de cocina recen con la disociación de alimentos a la hora de comer (intentaré siempre que pueda poner recetas que no mezclen Hidratos con Proteínas, que no sean de origen vegetal, y que las frutas estén en compota o similar para poderlas comer junto a un plato de comida).

LA PIZZA EN TUS MANOS

INGREDIENTES:

Para crear la Masa:

1 Coliflor mediana de tamaño
150 gr - 200 gr de Queso semi o curado (no muy fuerte de sabor, aunque a gusto del consumidor)
1 Chorrito de aceite de oliva
1 o 2 huevos  (los que te pida col)

Aderezo para la Masa:

1 pellizco y pico de sal
1 pellizco de pimienta molida
1/2 cucharada de comino en polvo
1 cucharada de Albahaca

 Ideas Para una Pizza explendida:

Una:

1 Tomate natural rayado y otro en finas laminas
1 Buen Puñado de espíncas (las que te pida la base de la pizza, vamos)
1 Queso de cabra en rodajas (unas 5 o 6 rodajas, según el tamaño de la base de la pizza)
1 Puñadito de nueces
100 gr - 150gr Queso Mozzarela rallado (al gusto)
Oregáno al gusto
Chorro de Aceite de Oliva al gusto

Otra:

1 Tomate natural rayado y otro en finas laminas
100 gr - 150 gr Queso Mozzarela rallado (al gusto)
Ajos tiernos en finas tiras
Champiñones en finas rodajas
1 Tomate natural rayado y otro en finas laminas
Oregáno al gusto
Chorro de Aceite de Oliva al gusto


PROCESO PARA ELABORAR LA MASA:


En primer lugar, vamos a rallar la coliflor, con un rallador normal. Aunque parezca tedioso, no se tarda ni cuesta tanto tiempo. Por otro lado, batimos el huevo. 

Mezclamos el queso, la col rallada y aderezamos al gusto con sal, pimienta y albahaca (podemos ir probando la mezcla de sabores), finalmente añadimos el huevo batido. Lo mezclamos bien. 

En un papel adecuado para usar en el horno, formamos una base de pizza con la mezcla (puedes darle la clásica forma redonda o bien cuadrada, rectangular, en forma de ovni... como más te guste). Todo bien compactad y chafadito (sin darle un excesivo grosor).

Al horno, con unos 180 o 200 grados, calor por todas partes. El tiempo... entre 15 y 20 minutos, cada horno es un mundo. La masa quedará algo doradita (no debe quemarse). El huevo y el queso ejercerán su magia secreta y hará que todo quede pegadito. Mientras transcurre el período de descanso de la masa en horno, podemos aprobechar para preparar los ingredientes que van a ir sobre la masa.

DECORAR LA MASA AL GUSTO:

Una vez han pasado esos veinte minutillos de horneado, sacamos la masa y empezamos a decorar, planteando sobre el lienzo culinario nuestra obra pictorica más sabrosa. He dado dos ideas para aderezar la pizza, y no sabría cual decir cual es la más buena, pues las dos son opciones son deliciosas ¡De todas formas, la imaginación es poder, así que ejercitad vuestras neuronas y dejad que fluyan torrentes de ideas con sabor a pizza!

Buen Probecho!!!











miércoles, 19 de febrero de 2014

Caldito anti gripe

El invierno es muy duro y nuestras defensas necesitan un buen chute de energía para que nos puedan proteger óptimamente. Nada mejor que este sencillo caldo que calienta, abre los bronquios, es depurativo, antitusivo, no tiene ni una caloría y ¡está bueno!

Es tan sencillo que da hasta vergüenza escribirlo, pero la verdad es que va tan bien que es muy egoísta guardarse una receta tan extraordinaria sin compartirla.

Ingredientes:

- 1 kg de cebollas
- 1 manojo grande de apio
- Zumo de medio limón por persona (opcional pero muy recomendable)
- Agua

Se hierven en una olla grande las cebollas peladas y cortadas y el apio durante una hora. Una vez infusionado, el caldo se cuela y se va bebiendo como entrante en las comidas y/o cenas, o cuando a uno le apetezca. Se puede añadir el zumo de medio limón para acabar de redondear la poción mágica, le da mucho sabor y cura como si fuese el Santo Grial.

Probadlo, antes, durante y después de un resfriado, gripe o cualquier otra mala enfermedad invernal. ¡Os aseguro que funciona!

lunes, 17 de febrero de 2014

Galletas para merendolas

¡Mi primera aportación!

Aquí las galletas que desencadenaron el frenesí galletil en el grupo de los Reformistas de Eva :) son fáciles de hacer, aunque todavía más fáciles de comer, claro.

Ingredientes para la masa base de las galletas:

- 200 gramos de harina de espelta
- 1 huevo
- 100 gramos de mantequilla muy blandita
- 100 gramos de azúcar de caña
- 1 pizca de sal
- pepitas de chocolate al gusto
- 1 cucharada pequeña de semillas de sésamo
- 1 cucharada pequeña de semillas de lino
- 1 cucharada sopera de copos de avena


Ingredientes añadidos para las galletas de anís:

- Masa base de galleta
- 1 cucharada pequeña de anís en grano
- 1 puñado de avellanas picadas con mortero (que queden trocitos)



Ingredientes añadidos para las galletas de chocolate blanco:

- Masa base de galleta
- 1 puñado de chocolate blanco picado
- 1 cucharada de coco rallado


Ingredientes añadidos para las galletas de kikos:

- Masa base de galleta
- 1 puñado de kikos (maíz tostado y salado) picado
- 1 puñado extra de chocolate negro picado


Ingredientes añadidos para las galletas de naranja:

- Masa base de galleta
- 1 cucharada de ralladura de naranja y limón
- 1 cucharadita de mermelada de naranja



¿Ya lo tenemos todo? ahora, comencemos.

Se hace la masa base. Se mezclan primero los ingredientes secos y después, cuanto todo esté bien mezcladito, se añade el huevo y la mantequilla. Se trabaja con las manos, al principio cuesta un poco pero después queda una bolita muy mona que se deja reposar unos 15 minutos.

Las galletas base están buenas de por sí, pero si se quiere hacer alguna de las variaciones, se puede añadir cualquiera de los ingredientes de las variantes. Lo mejor es, ya que la masa base está hecha, dividirla en dos o tres bolas menores y experimentar por individual con cada una de esas partes.

Cuando todos los ingredientes están bien ligados y reposados, se hacen bolitas más pequeñas y se chafan con la mano, para que queden rústicas. También se pueden hacer formas con moldes, pero a nosotros nos gusta lo rústico :) somos así de naturales

Metemos las galletas en una bandeja de horno, con el horno previamente calentado, a 180 grados, entre 6 y 10 minutos, según lo gorditas que sean las galletas o lo duritas que queramos que queden. Las galletas de las fotos son más bien tirando a blanditas y estuvieron unos 7-8 minutos

Se retiran del horno, se dejan enfriar en una rejilla de horno (para que no cojan humedad y se queden demasiado blandas) y ¡listas para tomar con una buena infusión!


  Masa de galleta, antes de convertirse en galletitas.


Galletas de anís y avellanas... ¡riquísimas!


Galletas de chocolate blanco... ¡están de pecado!


Galletas de chocolate y kikos... no podrás comerte sólo una ;) .

¿Quién se atreve a inventar una nueva variante?



sábado, 15 de febrero de 2014

Feliz San Valentín o el día de los ñoños

Hoy os traigo un par de recetas de galletas veganas, y dió la casualidad que era San Valentín cuando las preparé. Por eso decidí teñirlas con algo de color para darles un toquecito alegre y regalarlas con su correspondiente etiqueta de corazones.  Que no crea en este día tan comercial no quiere decir que no puedas tener un detalle con alguien a quien aprecias no?

Estas recetas pertenecen al recetario vegano que podéis encontrar aquí. Como ya sabéis, los veganos no sólo no toman carne ni pescaso ni marisco, si no que tampoco consumen lácteos ni ningún derivado de origen animal. Es por eso que estas recetas no llevan ni leche de vaca ni mantequilla, pero por supuesto que pueden preparse igualmente con estos ingredientes en lugar de los que figuran en la receta original.

Yo las adapté ligeramente ya que en lugar de harina de trigo utilicé harina de espelta integral, que además de ser más fácil de digerir le da un sabor y aspecto más rústico, y colorantes alimentarios. Podéis encontrar varias marcas de colorante que son libres de gluten, y de diversos alérgenos, asi como aptos para veganos. Los que yo he utilizado son los de la marca Sugarflair que no contiene frutos secos, gluten ni ingredientes genéticamente modificados, y son aptos para vegetarianos. Los compré en mi tienda de repostería creativa favorita, Manenas.

Vamos con la primera receta:

Galletas básicas (receta perfecta para cortar con cortadores)
Ingredientes (para unas 30 galletas aprox.)

- 100gr de harina de espelta integral
- 40gr margarina vegetal
- 50gr azúcar
- pizca de sal
- 12gr almidón de maíz (maizena)
- 30ml leche vegetal de almendras
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 3gr levadura
- 8/10 caramelos Werther's original
-  colorante alimentario

Precalentar el horno a 180º; batir la margarina con el azúcar hasta que tenga un aspecto de cremoso suave y añadir entonces la sal, maizena, extracto de vainilla y el colorante si lo vais a utilizar. Batir un poco más hasta integrar.
Añadir la harina con la levadura y la leche. Pasar la masa a una superficie enharinada y estirar hasta darle un grosor de unos 4 mm aprox. (NOTA: si hace mucho calor y la masa está muy blanda podéis introducir en la nevera envuelto en papel film durante unos minutos hasta que endurezca).
Cortar con el cortapastas la forma que deseemos y dentro de la galletas cortar una forma más pequeña, y pasar las galletas a una fuente de horno con forrada con papel para hornear, dejando espacio entre ellas ya que creceran un poco.
En el hueco que hemos en cada galleta añadir trocitos del caramelo que habremos roto previamente. Ojo, no pongáis mucho porque al fundirse el caramelo puede salirse fuera de la galletas. Yo os recomiendo hacer unas cuantas de prueba así sabréis que cantidad exacta necesita.




Hornear durante 10 minutos o hasta que los bordes se doren, cuidando de que no se queme el caramelo.


La segunda receta es de unas galletas de avena a las cuales también la añadí unas cuantas nueces picadas, y para la próxima creo que le pondré unas pasas que combinan muy bien la avena

Galletas de avena (para unas 15 aprox.)
Ingredientes:

- 100 gr de harina de espelta integral
- 65 gr margarina vegetal
- 50 gr azúcar
- pizca de sal
- 12 gr almidón de maiz (maizena)
- 75 ml leche vegetal
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 60 gr avena en copos
-  nueces picadas
-  colorante alimentario

Precalentar el horno a 185º.
Batir la margarina con el azúcar hasta que tenga un aspecto esponjoso, añadir entonces todos los ingredientes menos la avena y las nueces y batir hasta integrar.
Añadir entonces la avena y las nueces y mezclar bien.
En una fuente preparada con papel de hornear verter cucharadas de la mezcla y con el dorso de la cuchara aplastar para formar la galleta.
Hornear durante unos 15 minutos o hasta que la parte inferior esté dorada, dejando enfriar en rejilla.

No tuve tiempo de hacer más fotos, aquí veis los paquetitos que hice para regalar.

Disfrutad del fin de semana con este tiempo estupendo que hace!





domingo, 9 de febrero de 2014

Pizza time!




Domingo, día por autonomasia para comer bien, y generalmente mal. Si apetece una pizza, porqué en lugar de comprarla ya hecha no aprovechamos que hoy tenemos más tiempo y la hacemos nosotros?

Hacer pizza en casa es más fácil y rápido de lo que se cree y el resultado es mil veces más sabroso  que cualquier engendro precocinado y recalentado.

Imbuidos como estamos con el espíritu post reforma hoy hemos querido preparala con una harina que no sea de trigo y sin mezclar con proteínas, pero la receta base de la masa se adapta a cualquier harina y combinación de ingredientes que queráis.


Pizza de vegetales (para 4 raciones generosas)

para la masa:

- 500 gr de harina de centeno o de espelta
- 2 cucharadas de aceite de oliva, en este caso aromatizado al romero
- 250ml de agua tibia
- 25 gr de levadura fresca
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de azúcar
- albahaca seca
- orégano
- aceitunas verdes picadas (opcional)


para cubrir:

- 1 berenjena pequeña en rodajas
- 1/2 pimiento italiano en juliana
- 1/2 cebolla a rodajas
- tomate triturado
- concentrado de tomate
- espinaca fresca en juliana
- champiñones
- queso rallado

Primero deshacemos en el agua templada una cucharadita de azúcar, y luego añadimos la levadura a trocitos. Una vez disuelta dejamos reposar unos minutos mientras preparamos la harina.
En un bol mezclamos la harina de centeno con la sal, las hierbas y el aceite. Añadimos a esta mezcla el agua con la levadura y trabajamos con las manos la masa hasta que la harina esté bien integrada. Dejamos la bola de masa en un bol cubierto con un paño de cocina y en un ambiente cálido para que leude durante unos 20 - 30 minutos para, o hasta que al presionar con el dedo la masa ésta no vuelva a subir.

Una vez el bollo haya doblado su volumen precalentamos el horno a 220º, y lo amasamos en una zona enharinada hasta que la masa sea elástica y no se pegue en las manos. (NOTA: la harina de centeno necesita bastante harina para el amasado, por lo que recomendamos trabajarla rápidamente y extenderla enseguida en la bandeja de horno).
Añadimos entonces si queremos las aceitunas picadas y las integramos bien en la masa.
Preparamos una fuente de horno con papel de hornear y extendemos la masa tan fina como queramos nuestra pizza.




Sobre la masa extendemos la salsa de tomate y las verduras que hayamos elegido, y por supuesto el queso que más nos guste.




Introducimos la pizza en el horno a 220º con calor arriba y abajo durante unos 30 minutos o hasta que las verduras estén a nuestro gusto.


Que aproveche!!!